Poner cara a cara a competir a las estructuras metálicas vs estructuras de concreto es un ejercicio más bien innecesario, pues tanto el concreto como el metal o acero tienen características que los hacen únicos.
Elegir entre uno y otro material depende más bien de diversos factores, como por ejemplo:
- El tipo de construcción: si lo que se quiere realizar es cubrir grandes claros, como por ejemplos los de las cubiertas de un estadio, un auditorio, o una nave industrial, la mejor opción es la estructura metálica
- Edificio de mediana altura: si hablamos de edificios cuyos claros son superiores a los 8 metros, lo usual es recurrir al acero. Cuando la altura es menor, entonces es común que se utilice el concreto, aunque tampoco es no significa que esté prohibido ni mucho menos optar por el acero en estos casos
- Edificio pequeño y casa habitación: En estas ocasiones lo que se emplea es la mampostería en combinación con el concreto reforzado
- Puentes: aquí influye mucho la valoración económica, pero como norma general se utiliza una estructura de metal cuando los claros son superiores
- Locales comerciales, bancos, etc.: finalmente, en este tipo de edificaciones lo más usado es el acero.
Como tal vez ya pudiera haberse concluido tras leer esta serie de ejemplos, en vez de hablar de estructuras metálicas vs estructuras de concreto, el tema debería ser estructuras metálicas y estructuras de concreto, ya que este par de materiales son en realidad opciones que se complementan una con la otra.
Por un lado, tenemos al concreto que compite en rangos cortos, específicamente de hasta 6 metros, mientras que hasta 10 metros es equivalente y en mayores resulta inferior.
En cuanto a luces de hasta 30 metros se refiere se compite con tecnología, siempre y cuando los recursos económicos no sean una limitante.
La principal razón por la que mayormente se recurre al concreto es por ser más conocido; en contraparte, el acero para edificios llegó con alrededor de unos 30 años de atraso, pero en definitiva lo hizo para quedarse.