Cada proyecto que implique la producción en el campo, requiere de un lugar para almacenar y proteger la maquinaría de trabajo y los productos generados de labrar la tierra. Las naves agrícolas solucionan estas necesidades.
Ya sea que la actividad económica que realiza exija un lugar para salvaguardar cosechas, mercancías o herramientas, antes de iniciar un proyecto de construcción de naves agrícolas, se debe poner atención en las características que debe cumplir el inmueble. Desde la cimentación hasta la estructura que conformará la nave.
Cuando escuchamos “naves agrícolas”, a la mente se nos vienen a la mente los almacenes de madera que veíamos en los western, pero cuando hablamos de naves agrícolas modernas, nos referimos a inmuebles de arquitectura industrial que difícilmente pueden destruidos por fenómenos naturales o caer sobre sí mismas por el paso de tiempo.
I. Cimentación
Los cimientos dan sostén al edificio sobre el terreno. La mayoría de las veces, las naves agrícolas son utilizadas como almacenes agrícolas, cabezales de riego o centros de logística, por lo que esto es lo que dictará sus medida.
Es fundamental una correcta ejecución de la cimentación en correlación con la estructura prefabricada de hormigón que se vaya a montar. Una vez hechas las aperturas de las zapatas y zanjas de cimentación donde se ubicarán los pilares, debe evitarse que los fondos de excavación se llenen de agua para poder aplicar la cantidad de hormigón que exigen las normas de construcción.
II. Muros de contención
Usualmente se utilizan muros perimetrales de hormigón armados realizados “in situ”, es decir, muros construidos en el mismo lugar de la construcción. Se manejan este tipo de muros por su resistencia a los esfuerzos de compresión, facilitando su trabajo con armaduras o estructuras de acero. Su altura y su grosor dependen de la función específica de la nave.
III. Estructura
Comúnmente, las estructuras utilizadas para la construcción de naves agrícolas son prefabricadas de manera que deben ser ligeras para el montaje y construcción de estas estructuras en zonas urbanas o industriales. La previa fabricación de los materiales es favorable en cuanto a los costes.
En las naves agrícolas son empleadas las estructuras metálicas reticuladas, que requieren de la elaboración especial en acero, de acuerdo a las dimensiones del diseño de la construcción. Dichas estructuras se unen con piezas largas en forma de red para formar una armazón tridimensional mediante galvanizados.